Regresaron nuevos fósiles de Chilesaurio a la región de Aysén
La fascinante historia del Chilesaurio comenzó un nuevo capítulo. Recordemos que esta especie que se dio a conocer el año 2015, constituye uno de los hallazgos más importantes de la paleontología a nivel mundial. Se trata de un dinosaurio que vivió hace 148 millones de años, en un periodo conocido como Jurásico. Su descubrimiento resulta extraordinario por la calidad de los fósiles y las extrañas características del Chilesaurio, que ha sido descrito como un misterio evolutivo.
Se encontró en las cercanías de la localidad de Mallín Grande, en la comuna de Chile Chico, cuando el pequeño Diego Suárez, de 7 años de edad, descubrió los primeros fósiles mientras acompañaba a sus padres geólogos, Rita de la Cruz y Manuel Suárez en un recorrido a caballo.
Nombrado y descrito por el paleontólogo argentino Fernando Novas y su equipo del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”, el espécimen más completo que se utilizó para describir la especie, fue enviado al Museo Nacional de Historia Natural en Santiago, tal como lo indica la Ley de Monumentos. Sin embargo, había más especímenes de los cuales unos pocos fósiles se exhiben en la exposición permanente regional del Museo Regional de Aysén desde el año 2019.
A fines de 2023, gracias al Servicio Nacional del Patrimonio Cultural y la Universidad Andrés Bello, fue posible regresar a Aysén, los últimos fósiles que aún permanecían en Argentina. Juan Pablo Varela, encargado de colecciones del Museo Regional y conservador a cargo de la recepción y preparación de las piezas, indicó que “se trata de fósiles mucho más espectaculares de los que actualmente exhibíamos en el Museo. Permiten una comprensión mucho más acabada de esta especie y son realmente impresionantes”.
Pero el Chilesaurio no regresó solo. Junto a él, llegaron los restos fósiles de un único especimen de Burkesuchus mallingrandensis, un lagarto de aproximadamente 70 cm. con rasgos evolutivos que lo acercan a los cocodrilos modernos. Su descubrimiento fue producto de otras exploraciones en el mismo sector de Mallín Grande donde se encontró el Chilesaurio. Concretamente, lo que encontraron los investigadores fue una parte del cráneo, fragmentos de las extremidades y de la estructura que le protegía el lomo. Con ello se pudo definir que era un nueva especie de cocodrilo del Jurásico.
Ambas especies convivieron en un ambiente muy distinto al de hoy, cuando la actual Región de Aysén presentaba un activo volcanismo y un clima semitropical.
Para el director (s) del Servicio Regional de Patrimonio, José Mansilla, se trata de “un hito muy relevante porque debemos celebrar, primero que nada, está relación virtuosa que el Servicio del Patrimonio tiene con la Universidad Andrés Bello. Y también con el Museo Argentino que se ha ocupado de hacer el análisis minucioso y detallado de estas piezas que van a formar parte de la colección del museo. Centramos nuestra preocupación en que estas colecciones se queden en la región y que sirvan para la investigación, la promoción y la educación de turistas y educandos de la región”.
Carolina Torrealba, vicerrectora de investigación y doctorados de la Universidad Nacional Andrés Bello asegura que “Aysén es una joya del patrimonio cultural y natural de Chile. Para la Universidad Andrés Bello, con profunda vocación pública, es un tremendo orgullo y un honor poder participar desde la investigación en estos proyectos tan emblemáticos que involucran una investigación geológica, paleontológica, que construye un valor público desde Aysén hacia el resto del país y hacia el mundo. Acá hay cultura, hay patrimonio, hay ciencia de vanguardia y cooperación institucional. Se genera todo una cadena virtuosa de cooperación público-privada, en este espacio, en el mismo museo que nos acoge”.
Las nuevas piezas fósiles serán exhibidas en la exposición permanente del Museo Regional de Aysén.